QUÉ VER EN CASAVIEJA
Casavieja es un pueblo para perderse. Sol, naturaleza y tranquilidad, pero también un sinfín de rincones que explorar, edificios que visitar y parajes para disfrutar. Te contamos todo lo que tienes que ver.
Edificios singulares
Entre los edificios más representativos de Casavieja, hay que mencionar en primer lugar la Iglesia de San Juan Bautista, templo religioso del siglo XVI, de estilo predominantemente barroco con trazas de gótico herreriano e influencia mudéjar en el cuerpo superior de su Torre.
Se sitúa en la parte sur del municipio y destaca entre la masa urbana por su torre campanario, que se eleva por encima de las edificaciones del entorno y constituye la primera y más icónica imagen de Casavieja, además de ser ciertamente singular por su ubicación a la entrada del pueblo, rodeada de un espacio abierto empedrado, en lugar de estar en el centro del casco antiguo como es habitual en la mayoría de los núcleos urbanos.
Las muestras de arquitectura religiosa local se completan con la presencia de la Cruz de los Barrios Nuevos, que podemos ver muy cerca de la Iglesia junto al acceso al casco urbano, y la Cruz de San Bartolomé, que da acceso a la Plaza de San Bartolomé, principal espacio público del casco antiguo.
El edificio del Ayuntamiento, en el centro del Casco urbano, es la muestra más destacada de arquitectura institucional local. Antiguo Cuartel de la Guardia Civil hasta los años 50, este edificio de piedra se convirtió entonces en sede del Consistorio local, y alberga también a día de hoy la Biblioteca Municipal.
Junto a él se sitúa la Casa del Secretario, antiguo edificio de servicio parcialmente rehabilitado y reconvertido al uso cultural, albergando exposiciones, cursos y otros eventos.
Frente al Ayuntamiento, se sitúa el Colegio Público Doña Concepción Arenal, o, como se conoce entre los vecinos, Las Escuelas. Este edificio pétreo de marcado carácter longitudinal destaca en el centro del pueblo al estar construido aislado sobre sucesivas bancadas que salvan el desnivel existente.
Dentro del casco urbano encontramos también la Casa del Reloj, el otro gran hito institucional local. Este edificio de piedra, antigua sede del Ayuntamiento, fue también sede del juzgado comarcal hasta los años 50, albergando la cárcel en su planta baja.
Destaca por su singular torre, coronada por el reloj y sus campanas, que todavía hoy funcionan y hacen llegar a todos los rincones del pueblo su característico tañido.
Actualmente se utiliza también como edificio multidisciplinar, para albergar reuniones, cursos o exposiciones.
Cabe destacar, dentro del casco urbano, el Cuartel de la Guardia Civil, imponente construcción de mampostería de piedra que sigue el estilo de la arquitectura civil más representativa del municipio y preside el cruce entre la Avenida de la Constitución, principal arteria del eje norte-sur que estructura la ampliación residencial unifamiliar del casco urbano, y la Carretera de Mijares, que separa el casco antiguo (al sur) de la zona residencial unifamiliar (al norte).
Junto a esta carretera podemos ver las Casas Baratas, conjunto de viviendas sociales de los años 50 caracterizadas por su estética uniforme de fachadas en color blanco con zócalo de piedra y arcos en sus puertas de acceso.
También hay que mencionar el Centro Polivalente La Almazara, antigua almazara de aceite ubicada en el lado este del casco antiguo, y que constituye a día de hoy el principal recinto cerrado para celebración de eventos del pueblo, destacando la celebración del baile de Carnaval o la tradicional Zambombada que da inicio a las fiestas navideñas.
Diseminadas por todo el suelo rústico del municipio, encontramos gran cantidad de construcciones: desde viviendas unifamiliares aisladas y pequeñas naves de uso privado conocidas como casillas, pasando por grandes naves ganaderas, hasta los vestigios de arquitectura más antigua del lugar, constituidos por numerosos pajares, algunos refugios, chozos y cuevas en la zona norte, en plena sierra, o los característicos molinos, junto a la garganta de la Cereceda. También aquí destacamos dos edificios singulares, como son la Casa Forestal junto a la Presa del Castaño, y los restos de la antigua Fábrica de la luz, junto a la Garganta de la Chorrera.
Muchos de ellos pueden conocerse siguiendo nuestras Rutas.
Espacios públicos
El espacio público más significativo de Casavieja es la citada Plaza de San Bartolomé, ubicada en el casco antiguo, y que, a pesar de no contar con ningún edificio representativo, es el epicentro de los principales eventos y festejos locales. De planta rectangular, cuenta en el centro con la Fuente de San Bartolomé, en la que, tradicionalmente, los mozos del pueblo intentan “tirar al pilón” a las mozas durante el último día de las fiestas patronales.
Además, el pueblo cuenta con otros espacios públicos urbanos a destacar, como la Plaza de los Tejares, gran espacio abierto situado al norte del casco antiguo, utilizado como zona recreativa y conocido por albergar la Plaza de Toros portátil que se instala durante las fiestas patronales.
Tenemos una gran variedad de parques y jardines públicos, entre los que podemos nombrar como más significativos el Parque de las Flores junto a la Plaza de los Tejares, el Parque de las Lagunillas en el norte del casco urbano, casi al final de la Avenida de la Constitución, que alberga una colección de esculturas de madera del artista Javier Díaz Pintor, y la escultura homenaje a Javier Tirado, bombero forestal fallecido en el trágico incendio acaecido en la sierra casavejana en 2005, o el Parque de la Glorieta en el acceso al casco antiguo por el sur, muy cerca del cual podemos encontrar la última y más impresionante escultura del citado artista, el Zarramache, recientemente instalado en el verano de 2022.
En la parte sur del casco antiguo, ubicamos el Barrio Bajo, zona de antiguos pajares de piedra, y el área polideportiva de Las Eras, que alberga las principales instalaciones deportivas locales, como el campo de fútbol, pista de fútbol sala y pista de pádel, así como el Cementerio Municipal.
Al norte del casco antiguo, al pie de la sierra, podemos encontrar la Presa del Castaño, que abastece de agua al pueblo y sirve como lugar de referencia para el inicio de rutas de senderismo por la sierra, o el Área Recreativa Fuente Helecha, principal núcleo recreativo y turístico del pueblo en contacto directo con la naturaleza, que alberga, además de la fuente que le da su nombre, distintos equipamientos como el Camping y Piscina Municipal, la zona de Los Campamentos, la Pradera de la China, la Piscina Natural Charco de las Cabras, y varios bares, restaurantes y kioscos.
Naturaleza
Sin duda alguna, si cualquier casavejano tiene que elegir con qué quedarse, de seguro casi todos elegirán la Sierra, pues Casavieja es, ante todo, naturaleza.
Gargantas, arroyos y charcos.
Por el municipio discurren gran cantidad de gargantas y arroyos, que nacen en la parte norte junto a la sierra y discurren hacia el sur para desembocar en el Río Tiétar. De este a oeste, las cinco cuencas que recorren el municipio son: el Arroyo de la Cereceda, caudaloso, que delimita el lindero del término municipal con Piedralaves y en el que desemboca la Garganta de la Chorrera; el Arroyo de Pozas, situado al este del casco urbano; el Arroyo de Rojuelos, caudaloso, que supone el límite natural del casco urbano por el oeste; el Arroyo Hondo, al suroeste, sobre el pie de monte; y el Arroyo de la Robledosa, que delimita el municipio con la vecina localidad de Mijares.
En muchos de ellos se forman charcos o pozas naturales, en los cuales poderse dar un chapuzón. El más conocido, por estar acondicionado como piscina natural, es el Charco de las Cabras, en el que podemos disfrutar del agua procedente de la Garganta de la Chorrera, en el paraje Fuente Helecha.
Fuentes de Casavieja.
Una de las mayores riquezas de nuestra sierra es la gran cantidad de fuentes que podemos encontrar subiendo a la Sierra. Antiguamente, el agua de los arroyos y gargantas se aprovechaba para beber y además se conducía para hacer albercas y poder regar los huertos y terrenos rústicos.
Hoy en día, aunque en algunos casos se han canalizado estas aguas, estos manantiales siguen manando abundante agua y se siguen utilizando para regar. Se han reconstruido algunas fuentes que tienen un valor medioambiental de gran riqueza, y se conservan otras que esperamos se puedan también restaurar como parte del patrimonio legado por los antiguos casavejanos, que contribuye a enriquecer nuestro medio natural.
Podemos citar algunas como la del Castaño, la del Herrén de la Matea, la del Pastizal, la del Collado, Majalberrueco, el Mesegar o el Pino Cayetano. Muchas de ellas pueden verse en alguna de nuestras Rutas por la sierra.
Puente de la Márgara y ruta de Los Molinos.
Uno de los hitos más importantes es el puente de la Márgara, situado en la denominada zona de los molinos, que se construyeron siguiendo la garganta de la Cereceda como parte de la industria harinera local. Entre los molinos, podemos encontrar el molino de la Márgara, el molino de los sacristanes o de Gilo, el de matico, el de los mellados, el de las tinajas, el de Federico, el de los hacaeros…
Pueden verse recorriendo la Ruta de los molinos.
Chozos, cuevas y refugios.
Las praderas de la sierra están llenas de antiguos chozos y refugios donde los pastores vivían más de la mitad del año cuidando del ganado, recibiendo a cambio un salario. Se conservan algunos de ellos, e incluso recientemente se han reconstruido varios chozos, entre ellos en las Vaquerizas y en las Tejadillas. Destacan también el refugio de Majamel, el de los Poyales o el del Collado.
También existen todavía algunas cuevas, muchas de ellas con nombre peculiares, como la de Los Facciosos, la de Canchuela, la de Cantorrajao, o la de la Lobera, que han servido para dar cobijo a resineros y pastores.